Boxeo




El entrenamiento del boxeo es considerado un ejercicio aeróbico. ¿A qué se le llama ejercicio aeróbico? A toda aquella actividad para cuya realización se exige una demanda de oxígeno continua por parte del organismo, manteniendo el pulso y el ritmo a un nivel de esfuerzo que puede ir quemando grasas (tantas más cuanto más prolongada sea su ejecución) y acondiciona todos los músculos.

Cuando un individuo realiza un esfuerzo a régimen constante (correr, caminar, saltar a la comba a intensidad uniforme, etc) y este esfuerzo dura decenas de minutos, la energía empleada por sus músculos deriva toda de la combinación del oxígeno con los azúcares o también con las grasas. Precisamente el mecanismo de producción de la energía que está a la base de estas combinaciones (oxígeno mas azúcares u oxígeno mas grasas), se llama aeróbico.

El oxígeno es el ingrediente vital que permite transformar el alimento en una fuente de energía utilizada por el músculo y es imposible, sin su empleo, desarrollar ejercicio físico por prolongados periodos de tiempo. Los ejercicios aeróbicos hacen que el corazón bombee sangre de forma más rápida y con mayor fuerza de lo normal. Debido a que la sangre se bombea más rápido, necesita oxigenarse con mayor rapidez, lo que acelera la respiración.

El ejercicio aeróbico fortalece el corazón y promueve niveles de colesterol saludables. Entre los ejercicios aeróbicos de bajo impacto están caminar y nadar, y entre los de alto impacto, correr, saltar a la comba, jugar al tenis, etc.

La actividad física seguida con la intervención del mecanismo aeróbico tiene distintas ventajas para quien quiere mejorar su propia eficiencia, en el sentido de que provoca mucho menos cansancio sobre el organismo en cuanto se deriven ejercicios más intensos y, al mismo tiempo, determina beneficios notables desde varios puntos de vista:

- Mayor capilarización muscular: Tonifica los músculos y mejora la circulación.
- Mayor capacidad pulmonar: Aumenta la capacidad de tu cuerpo para tomar oxígeno.
- Fortalece huesos, articulaciones y ligamentos: Los hace más resistentes ante lesiones.
- Menor frecuencia cardiaca durante la actividad y menor frecuencia cardiaca en reposo.
- Mayor consumo de oxígeno: Aumentando la eficacia del corazón (este bombeará más sangre en cada latido) incrementará el número y el tamaño de los vasos sanguíneos.
- Determina una disminución en la sangre de la tasa de colesterol total, de los triglicéridos y de LDL.
- Ayuda a perder peso y a mantenerlo.
- Disminuye el riesgo de aparición de la diabetes.
- Hace menos posible la hipertensión.
- Ayuda a descargar las excesivas tensiones psíquicas.
- Reduce la posibilidad de sufrir infartos de miocardio y otras enfermedades del corazón.